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Es preciso decir que la NOM-035 hoy en 2021 sigue dando temas de qué platicar y no por el grado de complejidad de la misma sino por la relevancia que cobra en nuestro contexto actual. El TEC de Monterrey hizo una publicación sobre un estudio que realizó a 745 empleados que están haciendo trabajo remoto en cuarentena y los resultados en la salud mental son preocupantes. Los resultados revelan altos niveles de depresión, ansiedad y trastornos de sueño que la pandemia provoca en la población.

Estudios más recientes desarrollados a raíz de la pandemia del COVID-19 revelan el impacto psicológico de permanecer en cuarentena por un periodo de tiempo largo e indefinido. La mayoría de estos artículos reportan efectos negativos en la salud mental de los individuos en aislamiento social como síntomas de síndrome de estrés postraumático, estrés, confusión e irritabilidad. (Brooks, 2020).
 
 Es una realidad lo que está sucediendo en nuestra sociedad y es válido cuestionar hasta dónde llega la responsabilidad de empleadores en prevenir los factores de riesgo psicosociales en los centros de trabajo y la co-responsabilidad de sus trabajadores en esta misma tarea.
 
 Albert Einstein dijo en cierta ocasión: “Si yo tuviera una hora para resolver un problema, y mi vida dependiera de la solución, gastaría los primeros 55 minutos en determinar la pregunta apropiada, porque una vez conociera la pregunta correcta, yo podría resolver el problema en menos de cinco minutos”.
 
 Esto sale a colación ya que en nuestro trabajo consultivo nos hemos dado cuenta que la NOM ha sido colectivamente interpretada por distintas apreciaciones (mayormente erróneas) por lo que debemos de hacer un puntal señalamiento:
 
  • La NOM-035 no mide el nivel de ansiedad o estrés de los trabajadores. Inclusive no mide a la persona; El método de evaluación está basado en evaluar las características del trabajo.

  • La Norma pretende ser un instrumento que permite a los centros de trabajo identificar y analizar de forma general, los factores de riesgo psicosocial en los centros de trabajo, así como evaluar el entorno organizacional en el que los trabajadores desarrollan sus actividades

 Asumimos que esta confusión es el motivo principal para el cuestionamiento sobre si se debe de aplicar los “cuestionarios” en la pandemia y la respuesta es sencilla:
 
 
 
  • Evaluar los Factores de Riesgo Psicosociales en esta nueva modalidad es más que nunca relevante para la configuración de la arquitectura organizacional.

  • La promoción del entorno organizacional favorable no está sujeta a 4 muros de una empresa sino a formar una cultura organizacional próspera la forma entregue valor al mercado, inversionistas y comunidades.

  • Además que el proceso de realizar la identificación y análisis de los factores de riesgo psicosocial entró en vigor el 23 de octubre del 2020.

 

Es por esto que las empresas deben de generar un análisis sobre los resultados demostrados en su proceso de identificación de los Factores de Riesgo Psicosociales y trabajar en dos proyectos de prevención:

 
  1. Plan Preventivo

  2. Plan de Acciones o de Control

 
 

La Guía Informativa de la NOM 035 de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social sugiere que para prevenir los factores de riesgo psicosocial se debe:

 
  1. Promover un apoyo social, enterar y capacitar a todo el personal sobre los mismos.

  2. Establecer una línea de comunicación efectiva para recibir quejas y denuncias de posibles situaciones de agresión dentro del trabajo.

  3. Realizar actividades que promuevan la capacitación, participación y distribución de las tareas de cada puesto con jornadas de trabajo reguladas. 

 

En caso de no cumplir con lo anterior, la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (STPS) tiene la capacidad y autorización de establecer multas a aquellas empresas que no la cumplan enunciadas en el Reglamento de Salud y Seguridad del Trabajo.

 

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